sábado, 26 de agosto de 2017

La Pizarrera y sus fiestas. Una breve historia IV (2006-2012)

En el post anterior os hablábamos de los domingos culturales, en los que aparecieron los primeros cortometrajes y obras de teatro, algo a lo que volveremos en los post siguientes.

En este post nos gustaría compartir algo de lo que fue este periodo, representado de manera especial en las sorpresas de la noche. A continuación os dejamos esos recuerdos, aunque no disponemos de todo el material en película:

2006.- Tenemos dos sorpresas.

El viernes noche el estupendo espectáculo flamenco "Por Camarón"











Y los jóvenes, que regresan a escena la noche del sábado, esta vez con un  espectacular Cabaret.









2007: Variando la sorpresa-espectáculo por "otras alternativas" es un calendario 2008 de "poesías" acompañadas de "bellos" ejemplares de macho pizarrense (ejem) que se pone a la venta el sábado noche y se convierte en bestseller. Como está sin censurar, no lo subimos a youtube 😜. Los ingresos íntegros de las ventas cubren el concierto de fin de verano que se celebra en septiembre y de los que ya hablaremos en otro post.



2008: Gran puesta en escena con una coreografía muy trabajada. Maravilloso Víctor o Victoria.








2012: Dos sorpresas. Los pájaros, por unos grandes "pájaros" de La Pizarrera.



Y el impresionante bolliwood preparado por nuestras preciosas vecinas.





Y para terminar, unos recuerdos fotográficos.































Hasta el próximo post, en el que compartiremos algunas cosas de aquellos domingos. ¡¡Feliz semana!!



sábado, 19 de agosto de 2017

La Pizarrera y sus fiestas. Una breve historia III (2001 - 2005 domingos culturales)

En el anterior post hablábamos con  énfasis de las actuaciones sorpresa, ya que sin duda merecían reseñarse de manera especial por lo que han supuesto en innovación, esfuerzo, tiempo e ilusión para vecinos, familiares y amigos de La Pizarrera que han querido o han sido "atrapados" para participar.

Pero no menos importante y que adquirió durante esos años una relevancia especial fueron lo que hemos venido a denominar "domingos culturales". A partir del 2001 el domingo por la tarde pasó a tener un carácter propio, más centrado en el ocio cultural que en la "fiesta salvaje" del sábado.

A través de esos primeros años y progresivamente,  ese espacio de la tarde-noche  del domingo, fue adquiriendo tal fuerza que algunos años, a partir de las 9 de la noche, no cabía un alma en la zona alrededor del escenario, estando todo ocupado de sillas y con pleno de butaca. Y así, de aquellas fiestas de una tarde de sábado veraniego años atrás se había pasado al formato viernes-sábado-domingo, que se ha mantenido hasta nuestros días, y a lo que hay que sumar las competiciones que comienzan días antes, con mención de honor al sacrosanto campeonato de mus.

Aunque la pretensión, sin duda, siempre fue la de entretener y dar "una sorpresa" a los vecinos, el nivel de organización que fue progresivamente adquiriendo ese espacio cultural fue tal, que la coparticipación era numerosa, pues a menudo exigía atrezzo, material, transporte y  medios personales , y todo ello al margen de presupuestos, ya que, estrictamente hablando, eran cosas que no pertenecían a la organización de las fiestas. Y por encima de todo, hacían falta actores que quisieran participar, algo que, afortunadamente, nunca ha faltado entre nuestros vecinos.

Compartimos ahora el material del que disponemos, desafortunadamente en la mayoría de los casos, en una calidad regular, ya que pertenecen a grabaciones de ambiente, apero valga como recuerdo de aquellos momentos de hace tantos años.

En 2003 se proyecta El Conde Sisebuto, versión con adaptación e idea Pizarrense  a partir de la poesía de Joaquín Abati Díaz.



En 2004 se realiza el primer teatro con una obra adaptada en la que se narran las peripecias de un grupo de extraterrestres que tiene la mala fortuna de aterrizar en medio de unas imaginadas fiestas de La Pizarrera de estilo cazurresco y brutote.
















Y por último, en 2005 se representa Los lunes al sol. Obra de teatro Pizarrense en la que dos jubiletas se dedican a hacer el gamberro, para disgusto de cuanto vecino cae en sus dominios.












Y nada más por ahora, en el próximo post nos gustaría compartir con vosotros más recuerdos, sobre aquello que transcurrió entre el 2006 y el 2011. Saludos veraniegos.

domingo, 13 de agosto de 2017

La Pizarrera y sus fiestas. Una breve historia II (2001 - 2005)


Como decíamos en nuestro post anterior, el hito que sin duda transformó nuestras fiestas fue constituir una partida económica dentro del presupuesto anual de gastos, lo que permitía gestionar elementos esenciales para dotar al evento del carácter que, por su importancia, ya venía reclamando. El año 2001, por lo tanto, fue el inicio de lo que ya no ha dejado de ser desde entonces.

Además, confluyeron otros factores que ayudaron en todo el proceso. Primeramente la llegada de nuevas generaciones de residentes altamente implicados en la vida diaria de La Pizarrera favoreció la constitución de nuevas relaciones sociales, revitalizando ideas y esfuerzos. En segundo lugar, la gestión de las ventas del bar (barbacoa y bebida), cuya responsabilidad correspondía íntegramente a la Comisión de Fiestas, suponía unos ingresos que, sumados a dicho presupuesto anual, permitían realizar inversiones importantes. Ello derivó en la posibilidad de tener dos días de orquesta con doblete de DJ hasta el amanecer, además de constituir una fiesta de fin de verano, como veremos en otro post. 







Por aquel entonces el diseño de las fiestas adquirió su rostro más popular, y se orientó en mayor medida a los adultos, sin olvidar a los más peques, por supuesto. Cuestiones como el desfile de disfraces adquirieron una importancia tal que empezaba a ser difícil ver algún adulto sin disfraz durante la tarde-noche del sábado: en solitario o en grupos de vecinos aparecían transformados, bajo las temáticas más variopintas, con el ánimo de sorprender y divertir al resto, con sana competencia por ganar el "Premio de disfraces para adultos".





Y las noche del sábado comenzó a alargarse hasta la madrugada, a veces incluso con baño en la piscina casi al amanecer y chocolatada.






Y por la mañana no había manera de levantarse, menos mal que contábamos con la ayuda que nos prestaban nuestra trasnochada banda de músicos (muuuy, pero que muy temprano) ...





En el año 2005 el Club Social fue adjudicado al primer explotador, lo que redujo importantemente los ingresos y hubo que buscar otras formas de financiación, como los sorteos, y ajustar un poco más los gastos, pero nada que impidiera continuar con lo comenzado. Además, los explotadores del Club ahora contribuían a los gastos de la paella.









Y llegan las actuaciones sorpresa...


Fue en ese año 2001 inicial cuando, por iniciativa de algunos vecinos, surgió una nueva manera de divertir y sorprender a todos, la actuación sorpresa que, salvo excepciones, nos ha acompañado año tras año. Este esperado evento, que tantas horas ha supuesto a los voluntarios que, con sigilo y en el más absoluto secreto, organizan y preparan esos minutos inolvidables, se merecen un elogio y un aplauso tan grandes como su corazón. Quién no ha vivido en esas semanas previas a las fiestas, durante un paseo nocturno por nuestras calles, esas casi mudas músicas nocturnas en casa de algún vecino mientras miradas de complicidad decían "ahí están preparando una actuación sorpresa", y esas escapadas nocturnas al Club Social para los ensayos generales en el mutismo más absoluto. 

Las actuaciones sorpresa fueron inauguradas con aquel célebre Village People. Un recuerdo y un homenaje para esos pioneros del 2001:



Que este 2017 han "remasterizado" una parte de aquellos mismos que lo realizaron (una gran actuación, por cierto, ¡¡enhorabuena!!)



Sin duda, la actuación sorpresa del 2002 fue la traca inicial de esta larga serie, y todo ello ante unos atónitos vecinos que no podían dar crédito a lo que estaban viendo, grandes en tamaño y osadía aquellos "Drag Queen":




Y en el año 2003 fueron nuestras chicas del Can-Can las que animaron, con unos trajes y una coreografía espectacular.



Año 2004, nuestros "Boys" aparecen en escena haciendo un genial striptease.



En 2005 irrumpen los peques en escena, con un marchoso Grease. A partir de este momento y hasta el día de hoy, ha sido muy habitual que los más jóvenes hagan estupendas sorpresas, aunque por razones de protección al menor sólo debamos compartir las grabaciones más antiguas, aquellas en las que aquellos polluelos ya les han salido las alas.



En 2006 y posteriores el asunto de la actuación sorpresa sigue cogiendo fuerza y se realizan estupendos montajes escénicos, pero eso lo hablaremos en otro post, como también del  nuevo formato de fiesta que comentábamos que surge durante estos años: la fiesta de fin de verano.




Y de despedida...


Como resumen de aquellos años iniciales y en recuerdo y homenaje a todos vosotros, y muy especialmente a los que, aunque nos acompañan, ya no están presentes, os dejamos unos completos videos del 2002 y 2004.


domingo, 6 de agosto de 2017

La Pizarrera y sus fiestas. Una breve historia I (1989 - 2000)


El pasado 28 de julio fue nuestro nuevo fin de semana de fiestas, agradables, fabulosas y entrañables, como afortunadamente es costumbre. Ha sido a raíz de dos conversaciones con distintos amigos, en las que coincidimos en la satisfacción que sentíamos de ver la evolución y la fuerza con la que las fiestas han arraigado en nuestra pequeña aldea, y cómo las distintas generaciones de residentes y los nuevos jóvenes y peques están tan comprometidos a la vez que disfrutan de algo que les quedará para siempre como una impronta en su memoria.

Y es que los colonos del lugar seguramente recordarán aquellos tiempos en los que nuestra Pizarrera era un lugar casi deshabitado, en el que no existían servicios que ahora nos parecería imposible no tenerlos, como por ejemplo el teléfono. Un sitio en el que poco se podía gestionar porque ni tan siquiera existía una Junta Rectora legal constituida, aunque un grupo de vecinos ya estaba en marcha para poner un poco de orden en ese caos inicial de promotoras y obras de dudoso acabado. 

A finales de los 80, aquella "proto-junta" ya había conseguido convencer a un grupo de vecinos de que había que crear una comunidad de propietarios y pagar, de manera unilateral, una cierta cuota mensual contributiva que permitiría, a través de un cierto asociacionismo,  litigar con el ayuntamiento de Valdemorillo. Hacia los que no participaban, actuaban de manera contundente cuando les venían a pedir apoyo para sus problemas, despachándoles con una pregunta retórica: “¿Estás pagando tu cuota? pues defiéndete solo”. Pero no sólo pensaban en los temas prácticos de la urbanización, como el mantenimiento de la infraestructura o cómo reclamar esas obras mal terminadas, también se preocupaban de un cierto ambiente social propicio, y lo que durante algunos años había sido refrescos, bocadillos y una carrera de sacos para los niños un sábado de verano, en la esquina de Río Cinca y Avenida de la Pizarrera, se convirtió en unas más que humildes fiestas, hechas con más ilusión que medios, pero que tuvieron una aceptable acogida . Corría el año 89 y La Pizarrera fue testigo de su primera fiesta "formal".  Nótese debajo del cartel de los concursos la lista de colaboradores y el dinero que cada uno aportaba.

Mucha imaginación y pocos medios, nada de orquestas ni discotecas, si acaso unos juegos, un poco de baile con un “cassete”, los disfraces y el que fue siempre tradicional concurso de Tartas y Tortillas. Y todo en la calle, claro.
























Y aunque años después, Fimacosa, propietaria del cerrado Club Social, comenzó a cedérnoslo para el “día grande”, el problema seguía siendo, como todo en aquellos primeros años, el que no hubiese dinero para nada y menos para unas fiestas, así que todo dependía de la buena voluntad de los vecinos que aportaran algo para los pequeños gastos que se generaban, así como lo que cada cuál quisiera traer. 




Y como esto comenzaba a ser ya una tradición no quedó más remedio que recabar dinero, así que durante muchos años, los grupos de jóvenes iban llamando puerta por puerta solicitando "la voluntad"  para poder celebrar las fiestas. Seguramente gracias al tesón y al compromiso de aquellos chavales la celebración de las fiestas no cayó en el olvido ¡¡gracias chicos!!









Poco después, gracias a una hábil negociación, el Club Social pasó a ser propiedad de los vecinos  y, aunque cerrado, pudimos comenzar a utilizar la piscina y el espacio común para las fiestas. Un salto cuántico.





Obsérvese en la siguiente foto el detalle de la fina estampa que tenía nuestro buen Mohamed en el año 98. Los signos del tiempo están en nosotros.




Por aquel entonces, el dinero que se recaudaba de la venta de bebida y comida se invertía en el aumento de infraestructuras de ocio, así fue como se construyó el campo de fútbol y parte del parque que hay junto a la piscina. En el año 99, las desavenencias por la falta de presupuesto estable provocaron una pequeña rebelión en la que la Comisión de Fiestas se negó a realizar una celebración formal y los eventos, exclusivamente pensando en los chavales, se trasladaron al Campo de Fútbol reclamando justamente eso, un presupuesto estable dentro de las ya suficientemente saneadas cuentas que teníamos.  





Fue el año previo a la aprobación del presupuesto cuando las fiestas cogieron el carácter que, con mayor o menor forma, han dado continuidad a lo que todos esperamos año tras año. Como la paella popular. Eso sí, agujero en el suelo, leña y fuego y buenos cocineros.






Y por fin, en la Asamblea General del 2001, el esperado presupuesto fue aprobado. Pero de esa historia  y cómo transformó el panorama de fiestas, hablaremos en el próximo post


¡¡Hasta pronto!!