Como decíamos en nuestro post anterior, el hito que sin duda transformó nuestras fiestas fue constituir una partida económica dentro del presupuesto anual de gastos, lo que permitía gestionar elementos esenciales para dotar al evento del carácter que, por su importancia, ya venía reclamando. El año 2001, por lo tanto, fue el inicio de lo que ya no ha dejado de ser desde entonces.
Además, confluyeron otros factores que ayudaron en todo el proceso. Primeramente la llegada de nuevas generaciones de residentes altamente implicados en la vida diaria de La Pizarrera favoreció la constitución de nuevas relaciones sociales, revitalizando ideas y esfuerzos. En segundo lugar, la gestión de las ventas del bar (barbacoa y bebida), cuya responsabilidad correspondía íntegramente a la Comisión de Fiestas, suponía unos ingresos que, sumados a dicho presupuesto anual, permitían realizar inversiones importantes. Ello derivó en la posibilidad de tener dos días de orquesta con doblete de DJ hasta el amanecer, además de constituir una fiesta de fin de verano, como veremos en otro post.
Además, confluyeron otros factores que ayudaron en todo el proceso. Primeramente la llegada de nuevas generaciones de residentes altamente implicados en la vida diaria de La Pizarrera favoreció la constitución de nuevas relaciones sociales, revitalizando ideas y esfuerzos. En segundo lugar, la gestión de las ventas del bar (barbacoa y bebida), cuya responsabilidad correspondía íntegramente a la Comisión de Fiestas, suponía unos ingresos que, sumados a dicho presupuesto anual, permitían realizar inversiones importantes. Ello derivó en la posibilidad de tener dos días de orquesta con doblete de DJ hasta el amanecer, además de constituir una fiesta de fin de verano, como veremos en otro post.
Por aquel entonces el diseño de las fiestas adquirió su rostro más popular, y se orientó en mayor medida a los adultos, sin olvidar a los más peques, por supuesto. Cuestiones como el desfile de disfraces adquirieron una importancia tal que empezaba a ser difícil ver algún adulto sin disfraz durante la tarde-noche del sábado: en solitario o en grupos de vecinos aparecían transformados, bajo las temáticas más variopintas, con el ánimo de sorprender y divertir al resto, con sana competencia por ganar el "Premio de disfraces para adultos".
Y las noche del sábado comenzó a alargarse hasta la madrugada, a veces incluso con baño en la piscina casi al amanecer y chocolatada.

Y por la mañana no había manera de levantarse, menos mal que contábamos con la ayuda que nos prestaban nuestra trasnochada banda de músicos (muuuy, pero que muy temprano) ...
En el año 2005 el Club Social fue adjudicado al primer explotador, lo que redujo importantemente los ingresos y hubo que buscar otras formas de financiación, como los sorteos, y ajustar un poco más los gastos, pero nada que impidiera continuar con lo comenzado. Además, los explotadores del Club ahora contribuían a los gastos de la paella.
Y llegan las actuaciones sorpresa...
Fue en ese año 2001 inicial cuando, por iniciativa de algunos vecinos, surgió una nueva manera de divertir y sorprender a todos, la actuación sorpresa que, salvo excepciones, nos ha acompañado año tras año. Este esperado evento, que tantas horas ha supuesto a los voluntarios que, con sigilo y en el más absoluto secreto, organizan y preparan esos minutos inolvidables, se merecen un elogio y un aplauso tan grandes como su corazón. Quién no ha vivido en esas semanas previas a las fiestas, durante un paseo nocturno por nuestras calles, esas casi mudas músicas nocturnas en casa de algún vecino mientras miradas de complicidad decían "ahí están preparando una actuación sorpresa", y esas escapadas nocturnas al Club Social para los ensayos generales en el mutismo más absoluto.
Las actuaciones sorpresa fueron inauguradas con aquel célebre Village People. Un recuerdo y un homenaje para esos pioneros del 2001:
Que este 2017 han "remasterizado" una parte de aquellos mismos que lo realizaron (una gran actuación, por cierto, ¡¡enhorabuena!!)
Sin duda, la actuación sorpresa del 2002 fue la traca inicial de esta larga serie, y todo ello ante unos atónitos vecinos que no podían dar crédito a lo que estaban viendo, grandes en tamaño y osadía aquellos "Drag Queen":
Y en el año 2003 fueron nuestras chicas del Can-Can las que animaron, con unos trajes y una coreografía espectacular.
Año 2004, nuestros "Boys" aparecen en escena haciendo un genial striptease.
En 2005 irrumpen los peques en escena, con un marchoso Grease. A partir de este momento y hasta el día de hoy, ha sido muy habitual que los más jóvenes hagan estupendas sorpresas, aunque por razones de protección al menor sólo debamos compartir las grabaciones más antiguas, aquellas en las que aquellos polluelos ya les han salido las alas.
En 2006 y posteriores el asunto de la actuación sorpresa sigue cogiendo fuerza y se realizan estupendos montajes escénicos, pero eso lo hablaremos en otro post, como también del nuevo formato de fiesta que comentábamos que surge durante estos años: la fiesta de fin de verano.
Y de despedida...
Como resumen de aquellos años iniciales y en recuerdo y homenaje a todos vosotros, y muy especialmente a los que, aunque nos acompañan, ya no están presentes, os dejamos unos completos videos del 2002 y 2004.
Gracias de nuevo Andrés. Dicen que lo importante es mirar hacia delante, pero mirar hacia atrás es súper divertido. Que buenos tiempos!!!!!
ResponderEliminarJuan
Gracias a ti. Sin duda que lo es. Estamos preparando un nuevo post lleno de sorpresas.
ResponderEliminarUn abrazo.