jueves, 6 de octubre de 2011

Nichos energéticos (2ª parte)


Anteriormente he comentado cómo se produce el desarrollo de nuestra especie en base a las condiciones energéticas con las que nos encontramos.
Pero el eterno interrogante es ¿qué va a pasar a continuación?, o, lo que es lo mismo, ¿por dónde se sigue continuamos nuestra historia humana?, y es que, aunque a lo largo de la larga vida de la especie humana –o corta si lo comparamos con el desarrollo biológico de la tierra- parece que la lógica evolutiva ha sido progresiva y constante pero, si nos fijamos detenidamente, vemos que han existido hitos que, durante los momentos más dramáticos o bajo necesidades específicas, un hallazgo ha suscitado un salto hacia otro modelo de vida, y da igual que estemos hablando del descubrimiento de la rueda o de una vacuna.
Estoy totalmente convencido de que, al igual que las termitas y otros seres vivos, nuestra especie es un organismo colectivo, en el que a un nivel profundo y subconsciente nos comunicamos cuestiones vitales para nuestra supervivencia.  Un invento, un descubrimiento, no es sino la respuesta colectiva a un cambio de paradigma, viendo la luz a través de una mente individual, como un manantial que, subyaciendo bajo una enorme masa de tierra, sale a la superficie por un pequeño punto.
La respuesta vendrá, tarde o temprano, y se descubrirá una nueva energía que provocará nuestro nuevo salto cuántico, ese en el que de nuevo miraremos atrás con pasmo, y contemplaremos la era del petróleo y el carbón como una época tan oscura como el medievo o la era glacial.
Sin embargo, esos momentos claves, aquellos en los que nuestro subconsciente colectivo descubre estas bondades, parece que siempre obedecen a momentos en los que puede peligrar o existe un estancamiento en la especie humana, por ello, es posible que, tarde o temprano, vengan esos malos tiempos, los necesarios para crecer hacia una nueva fase de la humanidad, y hacia un nuevo nicho energético, infinitamente más potente que el actual y, confiamos, más acorde con el respeto del equilibrio de nuestro planeta, el único hogar que poseemos.

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