No obstante, dejando de lado las leyes de protección de datos y nuestro derecho a la intimidad personal, considero que hay determinados factores que todo custodio o responsable de una red social, foro, sitio web y, en general, cualquier medio susceptible de almacenar nuestra información personal, debería de manera lógica tener en cuenta:
- Posibilidad de disponer de una contraseña única. Todo sitio adecuado y seguro en la red nos debe permitir generar nuestras propias claves y modificarlas en caso de necesidad o a través de una política específica de seguridad. En el caso peor, y ante la imposibilidad de realizar este proceso, deberá garantizarse la generación de una contraseña única y aleatoria, para evitar la entrega de la misma contraseña a dos usuarios. Esto es lógico, ya que peligra la cadena de relaciones de confianza mencionada más arriba.
- Nunca, un sitio web, debe tener definido o registrado un nombre de usuario, correo electrónico o dato identificativo nuestro, con antelación a nuestro consentimiento expreso, ya que si nosotros no hemos realizado el proceso de registro de manera voluntaria y alguna otra persona lo ha realizado por nosotros, sea por facilitar la gestión o por cualquier otro buen fin, nadie podría tener garantía, para su justa defensa social, por el uso indebido de una cuenta de la que ni siquiera conoce su existencia.
Y es que, de manera paralela al dicho de que una buena valla hace un buen vecino, podríamos decir que una buena contraseña hace un buen amigo.
La verdad es que entiendo bien poco, por no decir absolutamente nada, sobre el particular de la contraseña única, y no quiero decir que no lo hayas explicado con la corrección que se te caracteriza, al menos yo. Entonces voy a quedarme con la "relación de confianza natural que nos prestamos unos a otros" y la lógica confesión al otro/a sobre confesiones altamente confidenciales.
ResponderEliminarConfiar(fiar conjuntamente)no es una virtud, más me parece a mí una necesidad intrínseca de la condición humana, y aun así una necesidad incompleta, pues si la confianza permite "confesiones altamente confidenciales", debe, a mi juicio, ir acompañada de la lealtad, dos términos que inexorablemente han de ir unidos. Se puede depositar la confianza en una persona siempre que se tenga por cierto que es sobre todo leal, algo más oculto que la mera confianza que viene detrás.
La lealtad sobrevive a los contratiempos, resiste la tentación y no se acobarda ante los ataques, de ahí que haya muchas ocasiones en que se recurra a la tortura para quebrantarla. y la confianza que nace de una lealtad genuina inpregna toda una vida. De bien poco sirve depositar las contraseñas que bien pudieran guardar tus secretos pensando en la confianza que se te ofrece por variadas circunstancias si no se corresponde con la lealtad que se precisa para no delatarlas o aprovecharse de ellas. Es por ello lo de la contraseña única y digo yo que secreta, pues a lo que se tiende es a desconfiar y cada vez con mayor vehemencia.